Busto de Étienne Geoffroy Saint-Hilaire de Julie Charpentier

Busto de Étienne Geoffroy Saint-Hilaire de Julie Charpentier

El busto, esculpido en el año 1802, de Étienne Geoffroy Saint-Hilaire por la artista francesa Julie Charpentier se intervino en el Laboratorio de Restauración del MUBAG antes de su exhibición en las salas permanentes del Museo. Un extenso proceso de limpieza en el que se experimentó con actuales productos, no abrasivos, empleados específicamente para la restauración del material de la pieza: la escayola. Una aproximación a la labor de este laboratorio propio que vela por la preservación y la recuperación de las obras de arte que conforman la variada colección artística de esta institución museística.

DESCRIPCIÓN DE LA OBRA

En restauración se tienen en cuenta otros aspectos diferentes al punto de vista de los historiadores del arte en el estudio de las obras, pero estos se comple- mentan y están íntimamente unidos. Esto nos ayuda en el estudio del estado de conservación del objeto y a encontrar el tratamiento más adecuado a realizar.

En el caso que nos ocupa, la escultura de la artista Julie Charpentier se trata de un positivado en escayola de un molde previo. La pieza se encuentra en un estado de conservación bastante bueno -desde el punto de vista estructural del material, la escayo- la es muy frágil no tiene pérdidas, ni roturas, algo bastante extraño en este tipo de objetos que han estado ubicados en espacios privados y que pueden ser más propensos a accidentes y golpes.

La investigación de dichos aspectos va enfocada a buscar el origen de las alteraciones, el porqué de las mismas, aunque muchas veces no son más que meras hipótesis, ya que no se estuvo en el momento preciso de la historia en el que se produjeron. Sólo se puede interpretar qué ocurrió y, en algunos casos el porqué ocurrió, viendo cómo ha llegado la obra hasta nuestros días.

En esta ocasión hay que señalar, sobre todo, la acumulación de mucha suciedad por toda la superficie de la obra fijada posiblemente por el uso de materiales de limpieza «bienintencionados», pero que lo único que han hecho es fijar el polvo, humos y grasas a la superficie porosa de la escayola.

También se observa una incisión en forma de cruz en la frente, concretamente entre las dos cejas. No se sabe en qué momento se realizó, pero se cree que fue ejecutada de manera claramente intencionada y que entra a formar parte de la historia de la escultura, por lo que se conserva. A la hora de restaurar se debe saber distinguir entre estas características que forman parte de la existencia de la obra y los acontecimientos en la vida del objeto, que son huellas históricas que hay que respetar en el proceso de restauración. Se pueden considerar interesantes porque, nos hablan y nos dicen, que en un momento determinado dicha obra sufrió una actuación intencionada y no original. El porqué, cuándo, cómo y quién, en muchos casos no se podrá saber ya que no ha quedado constancia. En otros, puede que los familiares y descendientes aporten luz sobre la historia.

PROCESO DE RESTAURACIÓN

Estado inicial

Es el primer estudio que se realiza para determinar los daños y su alcance, así como los diferentes grados de importancia de los mismos. Para ello se tiene el apoyo de diferentes análisis y estudios previos y la experiencia del restaurador. En este caso se observan las siguientes alteraciones:

  • Muchísima suciedad ambiental depositada por toda la superficie e incluso en zonas del interior de la pieza que deberían haber estado más protegidas de ella.
  • Esta suciedad estaba agrisando el conjunto, oscureciéndolo e impidiendo ver el color original del soporte subyacente.
  • Algún arañazo o erosión muy puntual.
    Una incisión en forma de cruz en medio de la frente.

TRATAMIENTO REALIZADA

Proceso de limpieza

Antes de iniciar esta primera fase de limpieza, y determinar hasta donde se va a llegar, es de suma importancia tratar de analizar si la suciedad, que se quiere eliminar, es fruto de una acumulación de la misma por el paso del tiempo, y su inadecuada conservación, o es fruto de su vivencia, como se ha dicho en la introducción. El porqué, del que se hablaba al principio, es importante para determinar qué se debe eliminar o respetar.
En cualquier caso, la decisión debe ser el resultado de un análisis completo de los pros y los contras de la intervención, tras tener toda la documentación y análisis posibles de la pieza quedando después perfectamente justificados en el informe final de la intervención.

Como se ha señalado, la obra tenía mucha suciedad oscura por toda la superficie, adherida por el paso del tiempo y fijada por el uso de productos de limpieza.

  • Limpieza mecánica
    Se realiza aspiración con brochas para quitar el polvo más superficial. Siempre es un tratamiento esencial en la restauración de las esculturas.

 

  • Limpieza química
    Debido al grado de adhesión de la capa de suciedad se debió pensar en otros tratamientos. El problema aquí surge de la naturaleza del material en que está realizada la escultura: escayola. Un material que, aun pareciendo duro, es muy frágil, tanto desde el punto de vista mecánico como físico de la abrasión.

Parte de la base del busto

Parte posterior del busto

Parte anterior del busto

La escayola:

  • Se araña con facilidad.
  • Es muy higroscópico, tiene tendencia a intercambiar humedad con el ambiente, lo que favorece que penetre la suciedad y proliferen microorganismos.
  • Se ablanda con agua, ya que es parcialmente soluble, siempre y cuando vaya acompañado de fricción.
  • Con temperaturas superiores a 60–70ºC se deshidrata y se vuelve muy quebradizo.
  • Es muy poroso, la escayola envejecida es mu- cho más blanda y porosa que la nueva, se disgrega más fácilmente.

Con todo lo enunciado, fue difícil elegir un buen método de limpieza que sólo eliminara la suciedad superficial y que no aportara humedad, para no reblandecer aunque el agua no fuera el problema -, siendo más el efecto mecánico.

Por lo que había que pensar en usar el agua, pero siempre que no fuera un método abrasivo con la superficie. Aquí entró en juego la sensibilidad, la experiencia y el conocimiento del personal especializado en restauración. Por lo que, finalmente se optó por un tratamiento reciente y que ha demostrado -o está demostrando-, que para estos casos funciona muy bien y se ajusta a la exigencia de los técnicos en la intervención.

  • Primera limpieza

Esta primera limpieza se realizó con Geles rígidos agarart (el agar es un alga). Estos geles se aplican en fluido caliente sobre la superficie a limpiar y ahí se enfrían y solidifican quedando en ese proceso la suciedad adherida en ellos. Así que, cuando se retiran, mecánicamente, la suciedad es arrastrada por los mismos. Parece un proceso sencillo pero este tipo de tratamiento fue muy lento y prolongado ya que, se debió insistir y repetir la operación las ve- ces necesarias, hasta alcanzar el grado de limpieza deseado.

Ventajas:

  • Perfecta adherencia, lo que favorece que la lim- pieza sea homogénea y llegue a todos sus recovecos.
  • Mayor limpieza, favorecida por el calor al aplicarlo.
  • Facilidad de retirada, mecánicamente, pero con mucho cuidado para no producir abrasiones.
  • Muy útil para grandes superficies.
  • Segunda limpieza

Esta segunda limpieza fue más puntual en las zonas donde algunas manchas se resistían, y hubo que variar un poco los geles. Se empleó Gel Agar + EDTA al 1%, siendo este último un quelante que favore- ce la limpieza de suciedad más resistente. Resultó ser efectiva esta elección y permitió homogeneizar mejor la limpieza.

CONCLUSIONES

El objetivo principal era poder devolver a la escultura su esplendor de origen, desde el punto de vista de la restauración, sin apurar y respetando cierta pátina. La pátina que el tiempo aporta a todos los materiales por el paso del mismo. Aun así, se consiguió devolver esa blancura que tiene la escayola, que parece en muchas ocasiones ser casi de aspecto marmoleo. No se llegó a apurar más ya que se corría el peligro de remover la superficie y erosionarla. Resultó ser un proceso muy largo pero satisfactorio y que aportó una gran experiencia en la restauración de este material.

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Detalles del proceso de limpieza con geles rígidos. Se aprecia como va apareciendo el color de la escayola tras eliminar la capa de suciedad.

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